Espléndida y salvaje, fascinante y tranquila, el sur de Córcega es un destino turístico imprescindible. Con su paradisíaca costa, sus auténticos pueblos y ciudades, su extraordinario patrimonio, satisfará todos sus deseos de descubrimiento y bienestar.
Desde el parque natural de Scandola en la costa oeste hasta las calas de Sari-Solenzara en la costa este, la costa de Córcega del Sur le impresionará por su majestuosidad y la multitud de sus paisajes. Cualquiera que sean sus deseos, ociosidad, natación, buceo u otras actividades acuáticas, necesariamente encontrará el lugar de sus sueños. Para descubrir la riqueza de la costa, suba a un barco y navegue por la costa. Este crucero le permitirá admirar el archipiélago de las Islas Sangrientas, los arroyos de Piana, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, los acantilados de Bonifacio o la reserva natural de las Islas Lavezzi.
Descubra el rico patrimonio de las ciudades del sur de Córcega. En Ajaccio, explore los lugares asociados con la figura más grande de la ciudad, Napoleón: su lugar de nacimiento, ahora un museo nacional, el monumento en la Plaza de Gaulle, la capilla imperial donde están enterrados sus padres, hermanos y hermanas. Pero también pasear por los muelles del antiguo puerto y admirar la catedral y la hermosa ciudadela. A continuación, diríjase a Sartène, la ciudad auténtica, que le seducirá por su carácter medieval: pequeñas plazas, callejuelas pintorescas, casas de piedra unidas por arcadas, murallas circundantes.... A continuación, únase a Porto Vecchio, la ciudad de la sal, para disfrutar de su ciudadela, de su iglesia de San Juan Bautista y de sus marismas.
Pero muchos otros lugares mágicos le esperan en el sur de Córcega: el bosque de Ospédale, la cascada de Piscia di Ghjaddu, los ríos Oso y Cavu y sus piscinas naturales, la meseta de Cuscionu, situada en el parque natural de Córcega..... Para llegar a ellos, tome las numerosas rutas de senderismo que atraviesan el departamento y aproveche sus paseos para descubrir el interior de Sartène, la Alta Rocca con sus numerosos yacimientos arqueológicos y sus fabulosos pueblos como Sainte-Lucie de Tallano o Levie. Después de un día ajetreado, siéntese en la terraza de un buen restaurante, frente al mar, y disfrute de todos los sabores de la tierra: delicatessen, pescados y mariscos, quesos, brócoli, miel, vinos......