Cuba, sus kilómetros de playas de arena blanca, sus aguas turquesas, sus calles azules, rosadas, amarillas o verdes, salpicadas de coches antiguos: ¿hay un paisaje vacacional mejor?
Diríjase a La Habana, un destino esencial para los turistas que buscan autenticidad y un cambio de escenario. Situada en el noroeste de la isla, la ciudad goza de un clima tropical, con temperaturas que oscilan entre los 20 y 30 grados durante todo el año. Su arquitectura colonial y sus casas de mil colores le garantizan un cambio de aires total! Clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su barrio del casco antiguo merece la pena ser descubierto. Tomarse el tiempo para pasear por las calles de "La Habana Veija" es como pasear a través del tiempo, congelado en lugares gracias a los magníficos coches americanos de los años 50, apasionadamente mantenidos por sus dueños. En esta alegre mezcla de coloridas casas barrocas y neoclásicas, paseo, bicicleta o cocoa-taxi. Descubrirá las cuatro plazas coloniales de la ciudad, unidas entre sí por bonitas callejuelas empedradas. La Habana Veija también alberga muchos museos: el Museo del Ron, el Museo de Arte Colonial, pero también el Museo de Modelos de La Habana, donde jóvenes y mayores pueden observar la ciudad de La Habana en una versión en miniatura.
La música es para La Habana lo que el aire es para la vida: ¡esencial! Desde el jazz tradicional cubano hasta el reggaetón y la salsa, La Habana vive al ritmo salvaje de melodías incesantes. Los amantes del jazz no se perderán la visita al Jazz Café, ubicado en el Malecón, en el barrio del Vedado, frente a la bahía de La Habana. Disfrute de la cordialidad de las veladas cubanas con ron y puros para bailar, cantar y degustar los sabores de la cocina local: en Cuba, el arroz y los frijoles negros estarán en el corazón de sus platos. Se puede disfrutar del picadillo, langostas, arroz con pollo, piña rellena, papas rellenas o deliciosos plátanos. No salga de La Habana sin visitar una fábrica de cigarros, como la Real Fábrica de Tabacis Partagas, una de las más antiguas de Cuba.
Más lejos en el centro de la isla, a 4 horas en coche de La Habana, descubra la magnífica Trinidad. Considerada una de las ciudades más bellas de Cuba, usted caerá bajo el encanto de sus coloridas viviendas coloniales y su auténtico encanto. Tome sus hermosas calles pavimentadas y visite el Museo Nacional de Lucha contra Bandido para un poco de calma y frescura. Desde las alturas de este antiguo convento del siglo XVIII, tendrá una vista impresionante de Trinidad.
Finalmente, Cuba no sería Cuba sin sus kilómetros de playas! Rica en tesoros culturales, la isla también ofrece panoramas de ensueño para los turistas que disfrutan de la ociosidad bajo el brillante sol caribeño. Playas desiertas, suntuosas calas o populares balnearios que bordean el Océano Atlántico, el Mar Caribe o el Golfo de México, usted tendrá muchas opciones.
Al este de la capital cubana, hay una playa paradisíaca a la sombra de los cocoteros: la playa de Santa María del Mar. Aquí, el mar es cristalino, y la atmósfera es tranquila! El mayor balneario del Caribe, Varadero es un verdadero escenario de postales. Su agua turquesa y sus paraguas hacen que parezca un paraíso! Por último, no se pierda Cayo Coco, una pequeña isla tropical de impresionante belleza, desde donde podrá observar colonias de flamencos rosados, aprender sobre deportes acuáticos o bucear para descubrir los fondos marinos cubanos.