Lombardía... sus lagos, montañas y ciudades míticas. Si hay una región que caracteriza perfectamente la excepcional belleza de Italia, es ésta. Situada en el norte del país, en la frontera suiza, Lombardía es la región más poblada de Italia. Desde los Alpes hasta el Valle del Po, ofrece una gran variedad de paisajes, cada uno más bello que el otro.
Conocidos por su belleza inigualable, los grandes lagos de Italia seducirán tanto a los deportistas como a los amantes de la naturaleza. Comience con el descubrimiento del lago de Garda, el lago más grande del país. Rodeada de viñedos, olivos y palmeras, está bordeada al sur por la ciudad de Sirmione: en un verdadero marco postal, sus restos medievales se encuentran frente a la inmensa extensión de agua turquesa. Sirmione, un balneario de renombre, fue también el balneario de Julio César y María Callas. El cambio de escenario está garantizado gracias a sus callejuelas tranquilas y a su imponente patrimonio histórico que le dará la impresión de pasear por otra época. En el lago, pesca, natación, esquí acuático, paseos en barco o incluso surf. A su alrededor, usted puede aprender a escalar, montar en bicicleta de montaña con su familia o montar a caballo.
Más al oeste, a 50 kilómetros de Milán, hacer una parada en el lago de Como. Si ha sido el lugar de encuentro de la aristocracia y el mundo de la jet-set durante años, es sin duda por su excepcional belleza y suave estilo de vida. Caminando a lo largo de este magnífico lago, en una atmósfera romántica digna de las películas de Hollywood, usted podrá observar muchas villas ricas con vista al lago. Finalmente, el Lago Maggiore está a dos horas en coche. El segundo lago más grande del país, es un paraíso para los deportistas. Un total de 10 campos de golf y numerosas rutas de senderismo bordean las orillas del lago. Al igual que muchos artistas que se han quedado allí, ¡seguro que caerás bajo su hechizo!
¿Cómo podemos hablar de Lombardía sin hablar de Milán? Capital económica de Italia, pero también capital de la moda, esta metrópoli polifacética posee un fuerte patrimonio cultural. Visite su mítico teatro de La Scala, pero también la Plaza del Duomo, donde hay una enorme catedral gótica, la magnífica Galleria Vittorio Emanuele II y la Basílica de Santa Maria delle Grazie, que alberga el famoso fresco de la Última Cena, obra maestra de Leonardo da Vinci. Una ciudad dinámica, es el lugar de encuentro de los amantes de las compras, de la historia y de los buenos gourmets.
Muchas otras ciudades merecen una visita, como las ciudades de arte de Bérgamo, Pavía y Mantua (declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su arquitectura renacentista, sus palacios e iglesias).
Por último, la cocina lombarda es generosa y copiosa: seguramente recordará un generoso Osso Buco, un panettone afrutado o un delicioso risotto milanés.