Organizada en torno a la Ciudad de los Duces, la región del Véneto es un destino ideal para unas vacaciones que combinan cultura y tranquilidad. Desde los Dolomitas hasta el Mar Adriático, sus paisajes son sublimes y albergan ciudades encantadoras.
Compuesta principalmente por lagunas, la costa del Véneto se distingue por su extraordinaria belleza. Al noreste de Venecia, entre Bibione y Cavallino, la Costa Dorada invita a disfrutar de sus largas playas de arena fina y a practicar numerosos deportes acuáticos. En el sur, las orillas se sitúan dentro del parque regional del Delta del Po y ofrecen un entorno natural excepcional. En el delta, las estaciones balnearias de Isola di Albarella o Rosolina Mare son verdaderos paraísos de paz donde se pueden combinar los placeres del mar, paseos en bicicleta por los bosques de pinos y fascinantes descubrimientos como, por ejemplo, una visita al jardín botánico costero de Porto Caleri.
La costa véneta tiene otra joya incomparable: Venecia, la reina del Adriático. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Venecia impresiona con su Gran Canal bordeado de majestuosos palacios y atravesado por magníficos puentes como el Puente de Rialto. Pero también le fascinará la Plaza de San Marcos, el Palacio Ducal, los innumerables museos y las bellas islas circundantes (Murano, Burano, San Michele...). Después de este descubrimiento inolvidable, diríjase a otro sitio del Patrimonio Mundial: el centro histórico de Verona. Entre otros monumentos históricos, se puede admirar la Catedral de Santa María Matricolare, las arenas romanas y el famoso balcón de la casa de Juliette.
Después de estas escapadas por la ciudad, descubra las riquezas naturales del Véneto. En los Dolomitas, disfrute de fantásticos paisajes para practicar senderismo, escalada o, en invierno, esquí alpino y esquí de fondo. Cerca de Verona, disfrute de la vegetación mediterránea a orillas del Lago de Garda y disfrute de la navegación a vela, el piragüismo o el buceo en los hermosos balnearios de Lazise y Peschiera del Garda. Pero también explora los numerosos senderos de la meseta de Asiago para conseguir un subidón de adrenalina en tu bicicleta de montaña. Durante sus excursiones, también tómese el tiempo de hacer unas pausas gourmet para saborear las delicias de la región: soapa calda, risotto de mariscos, anguila en salsa, polenta, Prosecco, Bardolino....