Del Mont-Saint-Michel a Honfleur, de Cherbourg-en-Cotentin a Alençon, la Baja Normandía ofrece una impresionante diversidad de paisajes y emociones. Con sus playas cargadas de historia, sus ciudades medievales, su bocage y sus lugares culturales, es un destino ideal para unas vacaciones relajadas y tranquilas.
Conocido por su belleza, que encantó a muchos pintores impresionistas, el litoral de Baja Normandía seduce también por el encanto de sus estaciones balnearias (Deauville, Honfleur, Houlgate...) y por las actividades que ofrece. Por supuesto, puede disfrutar de este magnífico entorno relajándose en la playa, pero también navegando, haciendo surf, kite-surf, navegando en la arena, haciendo paddle boarding, etc. Para hacer ejercicio y divertirse, tampoco faltan las posibilidades en el interior. Por ejemplo, remonte en kayak los hermosos ríos de Normandía; recorra a pie, a caballo o en bicicleta de montaña las numerosas rutas de senderismo (camino de los Douaniers, ruta de las casas solariegas de Percheron, etc.); descubra, en familia, los numerosos parques acuáticos, de animales o de aventura que salpican la región...
Tierra de historia y cultura, la Baja Normandía también le invita a descubrir el rico patrimonio de sus bellas ciudades. En Caen, siga los pasos de Guillermo el Conquistador visitando el castillo, uno de los más grandes de Europa, y las dos soberbias abadías de Hommes y Dames. También podrá disfrutar de la iglesia de Saint-Pierre, construida entre los siglos XII y XVI, de las numerosas mansiones privadas (Escoville, Mondrainville, Than...) y de los notables museos (Beaux-Arts, Normandie, Mémorial). También puede visitar Cherburgo-en-Cotentin (abadía de Notre-Dame du Vœu, castillo de Ravalets, Ciudad del Mar), Coutances (catedral de Notre-Dame, iglesia de Saint-Nicolas), Alençon (basílica de Notre-Dame, museo de Bellas Artes y de la Dentelle), Bayeux (tapices), Lisieux (basílica de Sainte-Thérèse)...
Durante su estancia en la Baja Normandía, no se pierda uno de los lugares más bellos del mundo: el Monte Saint-Michel. Cuando visite su abadía, quedará impresionado por la riqueza de sus elementos arquitectónicos y la belleza de su claustro, que ofrece una vista panorámica sobre la bahía. A continuación, descubra otros lugares excepcionales de la Baja Normandía: sus fabulosos jardines y parques, como los del Château de Nacqueville, el Pays d'Auge o la Petite Rochelle. Por último, tómese el tiempo de degustar las numerosas especialidades locales: ostras, tortilla de la madre Poulard, andouilles, callos, morcilla, camembert, manzanas, caramelos de Isigny...