El departamento más septentrional de Francia, fronterizo con Bélgica, sorprende por su riqueza. Entre sus variados paisajes, tierra y mar, sus atractivos culturales, sus hermosas ciudades y su gastronomía, su estancia le promete muchos momentos de deleite.
Desde Dunquerque hasta Bray-Dunes, la costa norte está dividida en grandes extensiones de arena que invitan a realizar muchas actividades. Pasee por el dique Bray-Dunes y disfrute de las hermosas villas junto al mar que lo rodean. A continuación, únase a las largas playas de Leffrinckoucke y Malo-les Bains para aprender sobre el yate de arena. Descubra la playa salvaje de Zuydcoote y, en el corazón del Gran Sitio de las Dunas de Flandes, camine por los senderos de la reserva natural de Dune Marchand. Pero también disfrutar de un momento de relajación en la bonita estación de Petit-Fort Philippe, que ofrece, con la marea alta, un lugar muy popular entre los entusiastas del kitesurfing.
Después de haber disfrutado de la playa, descubra las hermosas ciudades del Norte. Cuarta ciudad más grande de Francia, Lille es una escala esencial durante una estancia en el departamento. En el casco antiguo de Lille, podrá apreciar las casas del siglo XVIII, la catedral de Notre-Dame-de-la-Treille con su extraña fachada y el hospicio de la Condesa. Alrededor de la Grand-Place, admire la antigua Bolsa de Valores, la casa de Gilles de la Boë y el Palacio de Rihour de los siglos XV y XVI. A continuación, vaya al Palais des Beaux-Arts, que es uno de los mejores museos de Francia. Por último, visite la ciudadela que Vauban llamó "reina de las ciudadelas" y disfrute de las magníficas zonas verdes de los bosques de Boulogne que la rodean.
Muchas otras ciudades del norte merecen una atención especial. Descubra la ciudad de Douai por su magnífico campanario, sus fortificaciones y sus colegiatas de Saint-Pierre y Saint-Amé. Luego visitaremos Cambrai (campanario, catedral, castillo de Selles) y Valenciennes (ayuntamiento, biblioteca jesuita, museo). Si buscas verdor, ve a la Avesnois, la "Petite Normandie du Nord". Entre bosques, bosques, ríos y lagos, podrá recargar las pilas, pasear o montar en bicicleta por numerosos senderos y descubrir pueblos típicos como Eppe-Sauvage. Pero también aproveche el departamento para degustar la famosa gastronomía del norte y sus múltiples especialidades: carbonade, potjevleesch, maroilles pie, welsh, speculoos cake, cervezas....