¿Su familia quiere ir de vacaciones a Nevers pero a usted no le gusta la idea? Es porque no conoce todas las caras más bellas y los secretos de esta ciudad histórica, donde el arte y la historia se entrelazan para crear una fabulosa diversión en el corazón del Nièvre. Haz las maletas y vámonos.
A orillas del Loira, Nevers es una auténtica joya. En el sur de Borgoña, esta antigua ciudad ducal, calificada desde 1989 como "Ville et Pays d'Art et d'Histoire" (Ciudad y País de Arte e Historia), sorprende a los visitantes por la riqueza, pero también por la gran diversidad de su patrimonio. Aquí, son las piedras antiguas las que cuentan al visitante la historia de Nevers, como las que adornan el Palacio Ducal. El primer castillo del Loira, construido en el siglo XV, es el testigo actual del prestigioso pasado del que puede presumir Nevers. Antigua residencia de los duques de Nevers, en la actualidad alberga salas de exposiciones, la Oficina de Turismo y un sorprendente acuario; con sus torres medievales redondas y su elegante fachada, es sin duda uno de los edificios más bellos de Nevers. En la lista de visitas obligadas de Nevers figuran la iglesia de Saint-Etienne, la magnífica capilla de Sainte-Marie, la asombrosa iglesia de Sainte-Bernadette-du-Banlay, la torre de Goguin, la Porte du Croux, que marca la entrada a la ciudad, y la catedral de Saint-Cyr-et-Sainte-Juilette. Situada en la rue du Cloître Saint-Cyr, fascina por sus dos coros opuestos, uno románico y otro gótico, que son testigos de la yuxtaposición de dos obras que ahora se han reunido. Situado en la histórica colina de Nevers, frente a los meandros del Loira, fascina no sólo por su arquitectura, sino también por la magnificencia de sus vidrieras contemporáneas que aportan una luz muy especial al edificio. Además, para no perderse nada de Nevers y de su lado natural, tómese el tiempo de recorrer el Quai de Médine, el Quai des Mariniers, el Chemin du Ver-Vert, de seguir el itinerario "Fil Bleu" o de pasear por la zona protegida de la Ile aux Sternes entre el puente del ferrocarril y el Pont de Loire.
¿Y cómo visitar Nevers sin mencionar su oro, su oro azul, que lleva siglos maravillando? La loza es, de hecho, EL símbolo de la ciudad de Nevers; desarrollada desde finales del siglo XVI, la loza y, más concretamente, el color "bleu de Nevers" harán de la ciudad una parada clave para cualquier amante del arte. Hoy en día, se pueden descubrir talleres tradicionales y contemporáneos que perpetúan el arte de la loza "made in Nevers", obras que también se pueden descubrir durante una visita al Museo de loza y bellas artes Frédéric-Blandin. Por último, ¿cómo visitar Nevers sin mencionar su gastronomía? Gourmet a la perfección, debe su ubicación estratégica entre el Loira y el Nièvre a la fuerte apuesta de Nevers por el pescado de río. ¿En el menú? Carpas, salmones del Loira, alevines, luciopercas, pescados a los que se añaden platos a base de carne de Charolais, platos generosos como el bourguignon de ternera y el estofado de Borgoña, regados con vino de Pouilly, Coteaux du Giennois, y delicias dulces como el nougatine y el Negus... ¡Nos vuelve locos! Nuestro consejo para terminar: si Nevers se puede visitar a pie, también puede optar por las excursiones en bicicleta, o en barco, ¡para un bucólico paseo por el río real!