El único departamento francés que tiene un nombre bretón, Morbihan, también conocido como el "pequeño mar", tiene una vasta costa de gran variedad. Situado en el sur de Bretaña, es famoso por su magnífico Golfo con islas y penínsulas rocosas con playas de arena fina.
Una ciudad de arte e historia, Vannes está situada en el corazón del Golfo. Territorio controlado durante mucho tiempo por los venecianos, los romanos fundaron la ciudad de Darioritum, antepasado de Vannes, tras una victoria en el año 56 a.C. sobre este pueblo celta de las Galias. En el siglo V, tras la caída del Imperio Romano, la ciudad adquirió un aire medieval que ahora se encuentra en sus murallas perfectamente conservadas. A lo largo de los siglos, ha ido ganando importancia. Fue en Vannes donde los duques de Bretaña residieron hasta la firma del Tratado de Unión entre Bretaña y Francia en 1532. Hoy en día, sus orígenes se descubren en el Parque Le Ker. Sumérjase en el corazón de la historia bretona en un viaje de inmersión desde la prehistoria hasta la llegada de los romanos. Revive la Batalla de los Venecianos como si estuvieras allí en una proyección 4D sobre asientos dinámicos. Una vez que se haya recuperado de sus emociones, no se pierda el Aquarium de Vannes para admirar, en un ambiente tranquilo y relajante, las innumerables especies que habitan el Golfo de Morbihan.... ¡Y mucho más! El acuario también alberga especies coloridas de los mares y ríos tropicales de América Latina. Y, como pequeña sorpresa, se puede ver incluso un cocodrilo del Nilo....
A pocos kilómetros al noroeste, se llega a Lorient, una famosa ciudad portuaria moderna. Su historia marítima comenzó en 1666 cuando la Compagnie des Indes se trasladó al puerto de Saint-Louis. Además de convertirse en un importante centro de comercio internacional, también se convirtió en un puerto militar y se desarrolló muy rápidamente hasta la Segunda Guerra Mundial, durante la cual se convirtió en la base submarina de la ocupación alemana y fue destruida por los bombardeos de los Aliados. Reconstruido al final de la guerra, el agitado pasado de Lorient se refleja ahora en dos lugares esenciales. El Museo de la Compañía de las Indias Orientales (situado en la ciudadela de Port-Louis) le introducirá en la historia del comercio marítimo internacional y, en la península de Keroman, en la base submarina de Lorient (conocida como "base Keroman"): una sucesión de enormes búnkeres que datan de principios de los años cuarenta y que están clasificados como "patrimonio del siglo XX".
Por último, Lorient celebra desde hace más de cuarenta años un patrimonio que va más allá de sus propios orígenes. Organizado cada año en agosto, el Festival Intercéltico de Lorient es el mayor acontecimiento cultural de las tierras celtas. Conciertos, gastronomía, cine... la vida está llena de actividad día y noche durante 10 días en los que se dan cita artistas nacionales e internacionales.