Una vasta península con una costa salvaje y virgen, el Canal de la Mancha es un destino perfecto para unas vacaciones inolvidables. Entre la bahía de Mont-Saint-Michel, playas históricas, ciudades con un rico patrimonio, pueblos pintorescos, bocadillo normando y gastronomía, tendrá mil y una razones para asombrarse.
Con 360 kilómetros de costa, el Canal de la Mancha se caracteriza ante todo por la omnipresencia del mar. En la costa oeste, descubra la bahía de Mont-Saint-Michel y sus bonitos balnearios como Saint-Pair-sur-Mer o Jullouville. En la costa este, disfrute del suave estilo de vida del Val de Saire entre Barfleur y La Hougue o disfrute de la larga playa de Utah Beach. Pero también podrá admirar los acantilados de granito, las dunas y las bahías del cabo Cotentin, cerca de La Hague. En esta magnífica playa, podrá disfrutar de numerosas actividades náuticas, pero también podrá escaparse a las islas mágicas: Tatihou, el archipiélago de Chausey, Jersey, Guernsey....
Luego descubra las bonitas ciudades normandas del Canal de la Mancha. En Saint-Lô, la prefectura, disfrute de la iglesia gótica de Notre-Dame, construida en el siglo XIII, de la iglesia abacial de Sainte-Croix y del castillo de la Vaucelle. Visite también la Yeguada Nacional, creada por Napoleón I y clasificada como monumento histórico. En Granville, admire los numerosos edificios religiosos, las murallas, el castillo de Grainville, construido en el siglo XV, y el magnífico casino Art Deco. En Cherbourg-en-Cotentin, disfrute de los numerosos museos (Thomas Henry, Point du jour, Cité de la Mer) y de un paseo por el puerto protegido por magníficos fuertes. Pero también visite Coutances por su magnífica catedral Notre-Dame y su notable jardín de plantas.
Con sus paisajes variados y auténticos, el Canal de la Mancha es una verdadera invitación a disfrutar de la naturaleza. A pie, tome el camino aduanero para descubrir toda la belleza de la costa o siga los senderos de Saint-Michel para visitar el lugar más famoso del departamento: el Mont-Saint-Michel. En bicicleta, aproveche los numerosos itinerarios para descubrir las playas de desembarco y la campiña normanda. A caballo, camine por la carretera de las abadías para admirar el patrimonio románico, cisterciense y benedictino del departamento. Y durante sus paseos, haga unas pausas gourmet para degustar las especialidades locales: marisco, productos lácteos, cordero de Pré Salé, sidra....