Al sur de las regiones de Languedoc-Rosellón y Midi-Pyrénées, el departamento de Hérault tiene los pies en el Mediterráneo. Entre una naturaleza floreciente y ciudades cargadas de historia, le esperan multitud de aventuras.
El Hérault es ante todo un paisaje natural excepcional. Tanto si es un aficionado a la vida al aire libre como si es simplemente contemplativo, el Circo de Navacelles le sorprenderá. En el centro de este espléndido cañón de 300 metros de profundidad se encuentra el Rocher de la Vierge y su verde flora. Accesibles en autobús, las rutas de senderismo también le llevarán lo más cerca posible de esta maravilla geográfica. Otra característica natural del departamento es la famosa Grotte des Demoiselles, en lo profundo de la meseta de Thaurac. Apodada la "Gruta de las Hadas" por una leyenda contada por un pastor del Languedoc, fue descubierta por el espeleólogo Edouard Alfred Martel en 1884. Desde 1931, la cueva está abierta al público y desarrollada para el turismo. La visita comienza a bordo de un funicular subterráneo, el primero que se construyó en Europa, y le lleva a las profundidades de esta grandiosa cueva. Déjese llevar por la inmensidad de esta "catedral subterránea".
Para los amantes de la historia, una visita obligada es el Oppidum d'Ensérune, el yacimiento arqueológico de una ciudad gala situada entre Agde y Béziers. Encaramado en un promontorio rocoso, este yacimiento estuvo continuamente poblado desde la Edad de Bronce hasta la conquista romana. El museo cercano presenta una sorprendente colección de tesoros procedentes de las excavaciones arqueológicas cercanas.
El Hérault también alberga ciudades modernas y dinámicas, de las que Montpellier, la capital del departamento, es la orgullosa abanderada. Una animada ciudad estudiantil, es el lugar ideal para unas vacaciones entre el relax y el ocio. La gran plaza de la Comédie, corazón de las actividades de la ciudad, se construyó en 1881 en el emplazamiento de unas antiguas fortificaciones. Debe su elegancia a sus edificios del siglo XIX, a sus encantadores cafés y restaurantes y a la fuente de las Tres Gracias, obra en mármol del arquitecto Etienne Dantoine. El ritmo de los músicos que actúan espontáneamente aquí día y noche lo convierte en un lugar ideal para relajarse con la familia y los amigos. Al final de la plaza se encuentra la Opéra Comédie, un magnífico teatro de estilo italiano inaugurado en 1888, que sucede a los edificios anteriores, reducidos a cenizas tras múltiples incendios. En cuanto a los amantes del arte, se encontrarán en el Museo Fabre. Desde 1828, este museo expone una colección de más de 800 obras en una mansión del siglo XVIII, que incluye obras de grandes nombres de la pintura como Delacroix, Poussin, Veronese, Rubens, etc.
Si se aloja con su familia, tenga por seguro que en la región de Hérault no faltan las actividades de ocio. Descubra el universo en el Planetario Galileo de Montpellier o retroceda a la época de los dinosaurios en el Musée-parc d'Europe de Mèze. Los amantes de los animales tampoco se quedarán fuera. Mención especial merece el Invernadero Amazónico de Montpellier, que contiene numerosas especies y sensibiliza sobre el peligro de desaparición del Amazonas.