¿Quién sueña aquí con unas vacaciones lejos de las multitudes? Estancias fuera de la ruta turística, lejos del metro, del trabajo y del sueño, en un lugar tranquilo, perfecto para reconectar con lo esencial? Hemos encontrado el lugar ideal para unas vacaciones hechas de descubrimientos culturales, descanso y pausa en plena naturaleza: ¡el pueblo de Estipouy, en el Gers!
En el corazón del Gers, justo al lado de la ciudad bastide de Mirande, el pueblo de Estipouy se encuentra en la región de Occitanie. A 27 kilómetros al suroeste de Auch y a 55 kilómetros al norte de Tarbes, este pequeño y minúsculo pueblo de menos de 12 kilómetros cuadrados cuenta con poco más de 200 habitantes al mismo tiempo. Aquí, lo que salta a la vista al llegar es la calma. La tranquilidad del lugar, y la belleza de su abundante vegetación. Encaramado en su ladera a 256 metros sobre el nivel del mar, el pueblo, antigua posesión de los señores de Isle-d'Arbéchan, se encuentra entre dos llanuras bordeadas por los ríos Baïse y Lizet que serpentean por estas fértiles llanuras. En el pasado, un castillo se erigía en la cima de un montículo, pero hoy en día ha sido completamente destruido, dejando la iglesia del pueblo como el único monumento que se ha descubierto. Con su campanario coronado por una aguja octogonal y su bonita portada gótica, la iglesia de Saint-Lizier en Estipouy merece una visita. A la lista del pequeño patrimonio de Estipouy, se añaden un calvario y un molino rodeados de espléndidos girasoles, que tendrá el placer de descubrir durante sus paseos bajo el sol.
Al llegar a Estipouy, los caminantes y otros excursionistas domingueros podrán entregarse a su actividad favorita gracias a varios senderos, que siguen las rutas del GR653, el Chemin de Saint-Jacques, y muchos otros en dirección al Lago del Lizet. Este espléndido lago artificial, creado para satisfacer las necesidades de agua de Gascuña, alberga numerosas especies de aves durante todo el año, tanto en los alrededores del lago como en las laderas que lo coronan. Varias rutas por la campiña de Gers son totalmente peatonales, pero otras están abiertas a las bicicletas de montaña, lo que permite llegar al lago de la Baradée (lugar de pesca y de senderismo), al lago de Miélan (perfecto para un paseo en canoa o en barca de pedales), al castillo de Bassoues (a 14 kilómetros), a Mirande (que merece una visita por sus murallas, su catedral y sus fachadas de entramado de madera) o a la ciudad de Auch. Además de su centro histórico repleto de espléndidos monumentos, su catedral Sainte-Marie, su escalera monumental y sus orillas sobre el Gers, Auch es el lugar perfecto para sentarse a descubrir la gastronomía del Gers. Magrets, foie gras de oca y de pato, confits, aves de corral de granja, aïgo boulido (caldo de ajo), ternera de Gascuña, judías de Tarbais, kiwis del Adour, melones, queso de cabra y otras delicias con miel harán las delicias del paladar de grandes y pequeños.