ALQUILER FOUESNANT : 

¿Busca unas vacaciones en un entorno de ensueño, donde la arena blanca se mezcla con el turquesa y el agua cristalina? Para ello, no hay necesidad de tomar un billete de avión y cruzar los océanos, sólo hay que ir a Fouesnant. Fouesnant, un municipio del Finistère, está situado en la costa de Cornualles, a unos quince kilómetros de Quimper. Rica en un patrimonio natural excepcional, la comuna ofrece a sus visitantes panoramas inolvidables y descubrimientos impresionantes, gracias en particular al famoso archipiélago de Glénan.

Agrupada bajo el nombre de "Riviera Bretonne" con los municipios de La Forêt-Fouesnant (al este) y Bénodet (al oeste), es natural que la estación balnearia de Fouesnant tenga cada año un gran éxito entre los turistas. Destino costero popular desde hace muchos años, alberga algunas de las casas más bellas de la costa, repartidas por Cap Coz y Beg Meil. Abierto a los cuatro vientos, Fouesnant se adapta a todos sus deseos, tanto si le gusta el ocio como si, por el contrario, es un gran deportista. Alternando playas de arena fina, calas suntuosas y bosques de pinos sobre 13 kilómetros de arena blanca, la costa de Fouesnant satisfará sin duda todos sus deseos. Sumérjase en sus aguas cristalinas y déjese llevar por el suave sonido de las olas para disfrutar de momentos de calma en sus calas celestiales dignas de las más bellas postales. Los amantes de los espacios abiertos se dirigirán a "Kerler Beach". Se extiende a lo largo de una larga y suave pendiente y ofrece una vista impresionante del archipiélago de Glénan. Rodeada de oyats, la "plage des Dunes" también es digna de ser visitada. Las familias se fijan a menudo en las playas de "Maner Coat Clevarec" y "Kerambigorn" (3,5 kilómetros de largo), apreciadas por sus actividades al aire libre que van desde el fútbol playa hasta el voleibol de playa y los deportes de raqueta. ¿Amantes de la tranquilidad y de los espacios de rara belleza? Abra su sombrilla en una de las numerosas calas de la costa de Fouesnant. Respondiendo a los dulces nombres de "Crique de la Roche Percée", "Crique de Lantecoste" o "Crique des Oiseaux", todos ellos ofrecen un magnífico escenario para momentos de relax lejos del bullicio de las playas del centro de la ciudad (aunque todavía muy agradables). Si estas calas son tan poco visitadas, es también porque para llegar a ellas hay que hacer algunos pequeños esfuerzos, a pie, en barco o en bicicleta. Para tener la oportunidad de descubrir todas las playas de Fouesnant, le aconsejamos que tome el sendero costero, una excursión obligatoria para capturar todos los pequeños secretos de este hermoso balneario. En cuanto al senderismo, el GR 34 recorre 17 kilómetros desde Beg-Meil hasta Cap-Coz pasando por el pólder Mousterlin clasificado Natura 2000, la cala Penfoulic, la laguna del Mar Blanco, las dunas y la Pointe de Mousterlin (y sus marismas), ofreciendo a los caminantes valientes espléndidos paisajes sobre la bahía turquesa del Bosque, el sublime océano y las bellas casas antiguas escondidas en el pinar. Pero la ruta aduanera no es el único itinerario magnífico, ya que el Pays Fouesnantais está cubierto por más de 250 kilómetros de senderos a través de un mosaico de paisajes inolvidables.

Es una corriente de actividades en tierra pero también en el mar, ideal para jóvenes y mayores. Marineros de agua dulce en busca de paisajes de ensueño? Se dirige al archipiélago de Glenan. Compuesto por una docena de islas con las aguas más claras de Bretaña, lagunas encantadoras y un sol siempre radiante, el Glénan es un destino paradisíaco donde la arena brillante y la naturaleza virgen se mezclan en armonía para crear uno de los paisajes más sublimes de la costa bretona. A sólo una hora en barco de Fouesnant, el archipiélago de Glénan es por lo tanto uno de los más inolvidables de su estancia. Para una tarde, un día o más, a bordo de una vieja jarcia, un velero, un catamarán o una lancha rápida, cruzar las islas tanto como relajarse en ellas y descubrir el patrimonio natural de este sitio clasificado Natura 2000 promete grandes recuerdos: nuestros buenos consejos, ¡no olvide llevar su cámara! Se pueden inmortalizar increíbles puestas de sol, tanto desde la arena como desde un kayak de mar, el medio de transporte perfecto para descubrir las islas. Por último, de vuelta en las playas de Fouesnant, las actividades son numerosas: se puede aprender a navegar, a surfear, a pescar en el mar, a remar de pie, a navegar en yate de arena, a caminar sobre el agua, a practicar flyboard o jet-ski.