Con sus variados paisajes, su clima suave y su rico suelo, Calvados le invita a sucumbir a los encantos de Normandía. Entre playas y campos de cultivo, historia y sabores, sus vacaciones serán siempre auténticas y estimulantes.
Entre la Côte Fleurie, la Côte de Nacre y la Côte du Bessin, Calvados le ofrece mil y una formas de disfrutar del mar. Puede elegir una de las míticas estaciones costeras, como Deauville, Trouville, Cabourg, Houlgate, Honfleur, o un pequeño puerto pesquero bordeado de altos acantilados. En cuanto a las actividades, también podrá elegir entre la vela, el surf, el kitesurf, el remo, el kayak, el senderismo acuático, el buceo... A menos que prefiera poner su estancia bajo el signo del bienestar aprovechando los beneficios de la talasoterapia, en uno de los cuatro centros del departamento.
Tierra con un rico pasado, Calvados también le invita a explorar algunas páginas famosas de la historia. Por ejemplo, siga los pasos de Guillermo el Conquistador: en Falaise, para ver el castillo de su infancia; en Caen, para admirar los fabulosos edificios que hizo construir: el castillo ducal, la abadía de las Damas, la abadía de los Hombres; en Bayeux, para apreciar el tapiz del siglo XI que relata su conquista de Inglaterra. A continuación, retroceda unos siglos y descubra las playas del desembarco (Omaha, Utah, Juno, Sword y Gold) y los numerosos lugares que recuerdan la batalla de Normandía: el Memorial de Caen, el Museo del Desembarco de Arromanches, el Memorial Pegasus...
Pero también aproveche su estancia en Calvados para descubrir la riqueza de su entorno natural. Siguiendo los numerosos senderos señalizados o las rutas ciclistas, le sorprenderá la serenidad del bocage del Pays d'Auge, la dulzura de la Suisse Normande y la luminosidad del litoral que ha inspirado a tantos pintores. Por el camino, tómese el tiempo de visitar Beuvron-sur-Auge, uno de los pueblos más bonitos de Francia, y los numerosos parques y jardines del departamento: los de los castillos de Vendeuvre, Canon, Bouttemont, Brécy... Y no olvide degustar todos los sabores de esta fabulosa tierra: productos de la manzana, productos lácteos (mantequilla, nata, queso), productos del mar (ostras, vieiras, pescado)...