Tierra de leyendas y patrimonio, Bretaña sorprende y asombra en cada viaje. Con sus misteriosos bosques, sus pequeños pueblos con carácter y el omnipresente mar, es un destino ideal para todos los amantes de la naturaleza, el deporte y la cultura.
Desde la bahía del Mont-Saint-Michel hasta el golfo de Morbihan, Bretaña cuenta con un extraordinario litoral de 2.700 kilómetros. Al recorrerlo, descubrirá hermosas playas de arena fina, pero también majestuosos cabos, imponentes acantilados, caos de rocas de granito rosa, pequeñas calas aisladas y luego, frente a la costa, islas paradisíacas: Bréhat, Belle-Île, les Glénan... En este magnífico entorno, podrá navegar, hacer surf, kite-surf, stand-up-paddle, kayak, yate de arena o simplemente relajarse, frente al mar. Otra forma de disfrutar de este encantador litoral es tomar el famoso "sentier des Douaniers" (GR34) y dejarse llevar por un auténtico mundo de postal.
A continuación, salga a descubrir las ciudades históricas de Bretaña. En Rennes, disfrute del barrio medieval, del Parlamento de Bretaña, de la piscina Saint-Georges, de estilo Art Déco, y, si está de visita un sábado por la mañana, pasee por las callejuelas del mercado de Lices. Visite también Saint-Malo, la ciudad corsaria, y, desde lo alto de las murallas, admire sus hoteles con fachada de granito, la catedral de Saint-Vincent y el islote Grand Bé, donde está enterrado Chateaubriand. A continuación, visite Vitré para ver su castillo, sus murallas y sus edificios góticos, Port-Louis por su ciudadela y sus fortificaciones, Concarneau por su majestuosa ciudad amurallada, pero también Dinan, Fougères, Guingamp, Landernau, Morlaix, Pontivy, Pont-l'Abbé, la "más bretona de las ciudades de la Bretaña bretona" según Maupassant, Quimper?
Continúe su escapada por la península armoricana descubriendo numerosas pequeñas ciudades auténticas: Bécherel, la primera Ciudad del Libro de Francia, Roscoff con su centro histórico del siglo XVI, Locroman con sus hermosas casas de granito azul... Aproveche también el inmenso patrimonio natural de Bretaña recorriendo los acantilados de Crozon, los páramos de los Montes de Arrée o los senderos del bosque de Brocéliande. Y por último, pruebe los sabores de esta hermosa región de terruño y "merroir" (tierra marítima): pescado, marisco, mantequilla salada, crepes y galettes, kouign-amann, sidra...