En la hermosa región de Alsacia, el Bajo Rin ofrece una verdadera condensación de naturaleza, historia, tradiciones y bienestar. Entre sus famosas ciudades, su ruta del vino y su gastronomía mundialmente conocida, el departamento le invita a hacer muchos descubrimientos.
Prefectura del Bajo Rin y capital europea, Estrasburgo es uno de los destinos imprescindibles para cualquier estancia en el departamento. Mientras pasea por sus estrechas calles, podrá admirar la soberbia catedral de Notre-Dame, obra maestra del arte gótico construida entre 1015 y 1439, la hermosa fachada de la casa Kammerzell y la iglesia de Saint-Thomas. A continuación, pasee por el barrio de la Petite France para apreciar sus bonitas casas con entramado de madera. Situada en la Grande Île, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y ofrece a los visitantes un paseo muy agradable por los canales. Pero descubra también las demás ciudades del departamento, como Haguenau (puerta de Wissembourg, Grenier Saint-Georges), Schiltigheim (rosaleda, casas Art Nouveau), Illkirch-Graffenstaden (iglesia de Saint-Symphorien, antiguo invernadero)...
A continuación, salga a descubrir el departamento recorriendo la famosa Ruta del Vino de Alsacia. De pueblo en pueblo, le llevará de Marlenheim a Orschwiller, por la parte del Bajo Rin. Le permitirá disfrutar de magníficos paisajes mientras degusta grandes vinos en el corazón de los viñedos. Por el camino, tómese el tiempo de visitar algunas ciudades y pueblos típicos alsacianos. En Obernai, admire un fabuloso patrimonio: murallas, campanario, iglesia de los Santos Pedro y Pablo, mercado del maíz, fuente de Sainte-Odile... En Molsheim, déjese seducir por la iglesia y el parque de los jesuitas, la antigua cartuja y la puerta de los herreros... Y, en el sur del departamento, vaya a ver el fabuloso castillo de Haut-Koenigsbourg encaramado en una impresionante colina.
Entre el valle del Rin y las montañas de los Vosgos, el Bajo Rin también cuenta con una variedad de entornos naturales que favorecen las actividades al aire libre. A pie, tome los numerosos senderos que atraviesan el departamento, como el de las Casamatas en Boofzheim. En bicicleta, descubra la ruta ciclista del Canal de Bruche, cerca de Saales, o la ruta ciclista del Canal del Ródano. En invierno, póngase los esquís o las raquetas y disfrute de la nieve en la estación de esquí y la zona nórdica de Champ du Feu. Y, en cualquier época del año, regálese unas escapadas gastronómicas para degustar las especialidades locales: baeckoeffe, coq au riesling, sauerkraut, flammekueche, munster, kouglof...