Entre Ile-Rousse y Calvi, en el departamento de Haute-Corse, el pequeño pueblo de Algajola tiene todas las cartas en la mano para ofrecer a sus visitantes unas maravillosas vacaciones en el corazón de la costa corsa. Cultural, histórica y tan propicia para la relajación, esta pequeña ciudad llena de encanto es EL destino ideal para sus vacaciones bajo el sol.
En el corazón de una costa bordeada por aguas turquesas, Algajola no es sólo un pequeño balneario entre muchos otros. Por supuesto, seduce por la calidad de sus numerosas instalaciones, perfectas para familias y grupos de amigos que buscan unas vacaciones dinámicas. Como si estuviera sobre el agua, el pueblo de Algajola tiene una atractiva playa, de día y de noche, perfecta para cenar con los pies en la arena en una de sus muchas cabañas de paja, pero también para tomar el sol en la comodidad de una tumbona. Imposible resistirse a la magnificencia de sus aguas, perfectas para la natación, pero también para el submarinismo, las clases de vela, el kitesurf, el SUP, la moto acuática, el surf... Todo ello es suficiente para aprovechar al máximo los esplendores de esta encantadora costa.
Pero Algajola no es sólo eso. Algajola es sobre todo un pueblo lleno de historia, cuyas calles actuales dan testimonio brillante de su glorioso pasado. Para penetrar en el antiguo corazón de esta ciudad, pasar por sus pasajes abovedados para descubrir "u castellu", el castillo de Algajola. Pintoresco, domina la playa y toda la ciudadela con sus gruesos muros fortificados. Construido a principios del siglo XVI, sobre las ruinas de la torre Lomellini, este castillo con los pies en el agua fue una vez uno de los bastiones del sistema de defensa genovés que rodeaba la isla para protegerla de las invasiones. Imponente con su torre cuadrada y sus almenas, este edificio, ahora propiedad privada, está catalogado como Monumento Histórico, y se ha convertido con el tiempo en uno de los símbolos fuertes de este rincón de Córcega. En cuanto al patrimonio, es imposible visitar Algajola sin ver su iglesia Saint-Georges: construida en el siglo XV, incendiada, destruida y reconstruida, se integró en el sistema defensivo del pueblo y se distingue de los demás edificios por su campanario cuadrado. No deje de empujar su puerta para ver su hermoso órgano, así como sus numerosas pinturas... Y aproveche la frescura de sus muros para instalarse allí, para escuchar los cantos polifónicos, que resuenan en su coro durante el período de verano.
Finalmente, la estancia en Algajola es también una oportunidad para descubrir la belleza del interior de Córcega. A pie o en bicicleta, a través de los senderos y rutas ciclistas señalizadas, descubrirá todas las riquezas del campo que lo rodea, desde la Punta San Damiano hasta la Bocca Di Forcolina, Lumio, Pigna, Corbara, Sant'Antonio e Ile-Rousse, a 7 kilómetros de distancia.