Al este de la costa española, en el corazón del Mediterráneo, las Islas Baleares combinan todos los sabores de un paraíso terrenal. Entre largas playas de ensueño, naturaleza exuberante, lugares históricos y generosa gastronomía, sus vacaciones estarán bajo el signo del deleite.
Compuesto por cinco islas principales y muchos islotes, el archipiélago balear ofrece una increíble diversidad de paisajes. En la isla más grande, Mallorca, no sólo se pueden disfrutar de playas y calas de fama mundial, sino también de los espacios protegidos de la Sierra de Tramuntana, que se eleva a más de 1.400 metros. Las otras islas, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera, ofrecen no menos contrastes y son destinos ideales para el ocio, la natación y muchos deportes acuáticos. No muy lejos una de otra, estas diferentes islas son de fácil acceso y, por lo tanto, si se aloja en una de ellas, puede ofrecerse algunas escapadas en las otras.
Las dos islas más populares del archipiélago balear, Mallorca e Ibiza, albergan también los más bellos elementos patrimoniales. En la isla de Mallorca, la visita a la capital, Palma, es una parada imprescindible. Se puede admirar la fabulosa catedral de Palma, el Palacio de la Almudaina, el Castillo de Bellver y la Plaza Mayor. Al norte de la isla, Alcúdia es también un destino imperdible por su bahía de aguas cristalinas, pero también por su antigua ciudad medieval y su proximidad a la ciudad romana de Pollença. En Ibiza, descubra las huellas de las numerosas civilizaciones que la han ocupado y que la han hecho Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el yacimiento fenicio de Sa Caleta, la necrópolis del Puig des Molins, el centro histórico de Eivissa....
Con un entorno espléndido, las Islas Baleares son lugares ideales para la práctica de actividades de ocio al aire libre. Puede explorar las rutas de senderismo del Parque Nacional de Cabrera, el Cami de Cavalls que rodea la isla de Menorca o la Sierra de Tramuntana en Mallorca. Pero hay muchas otras actividades posibles: golf en Llucmajor, ciclismo y BTT por senderos equipados, excursiones en globo aerostático.... Después de un día ajetreado, siéntese en la terraza de un buen restaurante y descubra la riqueza de la gastronomía local: sopas mallorquinas o menorquinas, sobrasada, butifarra, ensalada payesa, asado de lechona, caldera de llagosta, queso de Maó, ensalmada...