Desde los años 50, la Costa del Sol ha sido el principal destino turístico costero de España. Fue en esta época cuando el litoral de la provincia de Málaga se convirtió en el destino de vacaciones favorito de muchas celebridades. Desde entonces, este paraíso turístico (e histórico) ha cautivado a visitantes de todo el mundo con su clima más que favorable y sus playas cuyos extremos no son visibles.
No se puede pasar por esta región sin detenerse en la hermosa Málaga, una ciudad de varios miles de años de antigüedad creada por los fenicios en el siglo VIII a.C. A lo largo de los siglos, la ciudad ha seducido a muchas civilizaciones, incluyendo la romana, la visigoda, la árabe y la cristiana. Este inmenso patrimonio cultural se encuentra en un lugar sorprendente donde se enfrentan dos épocas grandiosas. En primer lugar, la Alcazaba, un palacio fortificado y una maqueta típica de la arquitectura militar de la época. Esta verdadera joya del arte musulmán construida en 1063 se encuentra orgullosamente al pie del Monte Gibralfaro. Apenas diez metros más abajo, un monumento aún más antiguo contrasta con este colosal conjunto: el teatro romano de Málaga, imponente vestigio de esta civilización. Esta cohabitación arquitectónica es tan rara como llamativa y realmente vale la pena echarle un vistazo.
La Costa del Sol es también un punto de encuentro para los amantes del golf. Aproximadamente 70 campos de calidad se extienden por toda la provincia, ubicados en espacios naturales que permiten contemplar en pleno juego la cautivadora belleza de la costa. Si te interesa más la ociosidad, debes saber que la costa malagueña tiene más de diez kilómetros bordeados por tranquilos paseos marítimos. Cerca de la desembocadura del río Guadalhorce, hogar de numerosas aves migratorias, acérquese a la encantadora playa de Guadalmar para disfrutar del excepcional sol de la costa.
No nos perderemos Torremolinos, una estación balnearia favorita para los amantes de la Costa del Sol! Déjese seducir por este antiguo puerto pesquero con su encanto sin igual. Un corto viaje a La Carihuela, el antiguo barrio marinero lleno de restos de esta gran época, no le defraudará. Rítmica todo el día por músicos callejeros, sus calles respiran la alegría de la vida. Más adelante, tome el famoso Paseo Marítimo a lo largo de la costa para una caminata de verano con amigos o familiares. Y si tienes olores deliciosos que te hacen agua la boca, es porque el camino está lleno de muchos restaurantes que sólo quieren una cosa: ¡introducirte en los deliciosos sabores del sur de España!