Enclavada entre la Cordillera de la Costa y el Mar Mediterráneo, la Costa del Maresme es un pequeño paraíso turístico en Cataluña. Situada a pocos kilómetros de Barcelona, fue aquí en 1848 donde se instaló la primera línea ferroviaria de la Península Ibérica que unía Barcelona y Mataró. Esta revolución tecnológica reveló a los lugareños y a los turistas el encanto de este litoral brillante que se desarrolló rápidamente en el siglo XX. Los barceloneses lo aprecian especialmente y a menudo vienen a disfrutar de sus soleadas playas. Protegida de los vientos fríos de la montaña, goza de un clima ideal durante todo el año para nadar en el mar y relajarse.
Conocida en su día como Iluro, la antigua ciudad romana de Mataró domina la costa. Los restos arqueológicos de Torre Llauder revelan la vida cotidiana de los habitantes de esta villa señorial romana. El viaje a través del tiempo continúa en la ciudad vieja y sus imponentes murallas del siglo XVI. Tampoco te perderás las numerosas casas modernistas situadas a ambos lados de la ciudad. Varias de estas obras maestras de principios del siglo XX proceden del arquitecto Puig i Cafaldach, natural de Mataró. La ciudad rinde homenaje a este patrimonio artístico en la Nau Gaudí, una de las primeras obras del artista del mismo nombre, que hoy alberga el Museo de Arte Contemporáneo.
¿Busca arena dorada y olas azul turquesa? Cita en Calella, una espléndida estación balnearia del Maresme! El mar que cae sobre las rocas, los atardeceres anaranjados y rosados que colorean cada noche el cielo sin nubes.... Los paisajes de esta radiante comuna te parecerán directamente de una postal. En el centro de Calella, son las casas de la época las que le sorprenderán. En cada esquina de la calle, las casas de grandes familias adineradas muestran sus fachadas con múltiples estilos artísticos. Los amantes del arte se sorprenderán, otros se sorprenderán por el esplendor de estos edificios.
De día y de noche, el dinamismo de la costa nunca cesa. Es famosa por sus numerosos festivales de música que se celebran entre mayo y noviembre en todos los municipios del Maresme. Tanto si eres un fanático del rock como de la música clásica, no te preocupes, ¡hay algo para todos los gustos! Entre las actividades más destacadas se encuentra el Festival de Jazz de Sant Pol de Mar, que desde hace más de 40 años atrae a los aficionados al género. No nos perderemos el "Screamin Festival de Calella" que celebra el buen rock'n' roll de los años 50! La música no es la única atracción, ya que los propios asistentes al festival se prestan al juego y vienen vestidos al estilo de la época. Por último, es en el marco grandilocuente del Castillo de Can Jalpí de Arenys de Munt donde se celebra desde hace más de 15 años el Festival de Música Clásica de Santa Florentina.