Pequeño país en el corazón de Europa, Bélgica es, a pesar de su proximidad a Francia, un destino muy exótico. Entre las orillas del Mar del Norte y los densos bosques de las Ardenas, descubrirá una tierra de cultura, una población acogedora y una naturaleza que invita a numerosas actividades de ocio.
Con un litoral de casi 70 kilómetros, Bélgica invita a disfrutar de grandes extensiones de arena fina. Desde De Panne, en el sur, hasta Knocke, en el norte, las 10 estaciones balnearias de la costa ofrecen un ambiente pintoresco, cada una a su manera. Descubra, por ejemplo, Bredene, con su playa salvaje delimitada únicamente por dunas y pólderes e ideal para practicar surf, kitesurf, windsurf y vela. O disfrute de la hermosa playa natural de Koksijde-Oostduinkerke, donde los pescadores de gambas realizan sus actividades a caballo. Y para ir de una ciudad costera a otra, utilice la original línea de tranvía que recorre el mar.
Después de este soplo de aire fresco y rocío de mar, salga a explorar las ciudades de Bélgica. Bruselas, la capital, es un destino mágico con innumerables lugares maravillosos. Entre las visitas obligadas están la Grand-Place, la Isla Sagrada, el Manneken-Pis, la Plaza Real, el Atomium, la Catedral de Saints-Michel-et-Gudule y los numerosos museos: los Museos Reales de Bellas Artes, el Museo Magritte, el Centro Belga del Cómic, etc. Después, diríjase a Amberes, la segunda ciudad más poblada del país y famosa por su experiencia en la fabricación de diamantes. Pasee por sus hermosas calles y vea la catedral gótica de Nuestra Señora, el ayuntamiento manierista, el Steen, la casa de Rubens y el Museo Real de Bellas Artes.
Durante su estancia en Bélgica, también debería dedicar tiempo a visitar Brujas. La "Venecia del Norte" es Patrimonio Mundial de la UNESCO por su centro medieval perfectamente conservado, con su red de canales, su Gran Plaza, su campanario y su Palacio de los Duques de Borgoña. Pero también visite Gante (Quai aux Herbes, castillo), Mons (campanario barroco, colegiata), Tournai (catedral, mercado de telas), Namur (ciudadela, campanario), Lieja (Museo de Bellas Artes, palacio episcopal) y la encantadora ciudad de Durbuy (castillo, mercado del trigo). Y aproveche sus visitas para degustar los sabores locales: mejillones y patatas fritas, jamón de las Ardenas, flamiche, waterzooi, carbonade, stoemp, queso, speculoos, gofres, chocolate, cervezas de abadía...